- Te extraño.
-....
-Tengo ganas de verte.
-...
- No volveré ya más a decirte de qué tengo ganas.
-Es mentira. Yo también tengo ganas de verte.
"Las mentiras las recopilaba en un pequeño rincónbajo la alfombra de su departamento y un día el suelo cedió, demostrándole que ya era hora de enmendar su corazón o caería para siempre".
Fotografía tomada en Pamplona. Nuestro tenderete.
A sobitos se bebió la la vida, con dos terrones de melancolía.
ResponderEliminarla vida negra, sin luz, sin color, es bella vivirla pues vemos lo retorcidos que son nuestros deseos más íntimos...
ResponderEliminararamara
hoy me ha recordado un buen amigo;
ResponderEliminar"Nunca dejes de sonreír, ni siquiera cuando estés triste,
porque nunca sabes quien se puede enamorar de tu sonrisa"
no sabía que lo dijo Gabriel García Márquez...
La melancolia dulce acaba empalagando. Prefiero la tristeza amarga.
ResponderEliminarla tristeza amarga y ácido como el limón, para llorar hasta que nos duelan los dientes.
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