lunes, 30 de agosto de 2010

Despedida



Dolor.

Algo me oprime el pecho y me impide respirar.
No puedo mirarte a los ojos,
y no me gusta que te percates de que estoy profundamente vacía.

Sombras caminan entre un árbol
y una extraña presencia se mezcla en la noche.

Es la tristeza.

Tus palabras resuenan una y otra vez en mi cabeza,
como una extensión de tic-tac de mi reloj de pulsera.
No puedo decir nada,
por primera vez, sólo tu voz nos rodea.

Me gustaría gritarte que no tienes razón.
Pero no me salen las palabras,
por que la presión de mi pecho se extiende ahora a mi cabeza.

Me miras, y sé que ahora tú eres más fuerte que yo y la verdad,
es que no puedo devolverte la sonrisa que esperabas.

Frío.

Algo me recorre la espalda para acabar en un susurro.
Un susurro que pretendía ser algo más.

Eso que en realidad nunca he sido.

¡Qué estúpida!
Y la primera gota cae mejilla abajo.

4 comentarios:

  1. No hay desnudez más absoluta que la de estar vacío. Por eso nos tapamos, por pudor.

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  2. Bien es cierto que el frío congela, pero hace que todo se conserve impunemente... un poco de calor y de nuevo será primavera.

    La flaqueza a veces es el motor...

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  3. Si decidió tomar otro camino, poco se puede hacer, aunque joda...Con calma...Hay siempre cosas buenas por venir, siempre...

    Un abrazote con mucho ánimo para tus días grises

    MrBlueberry

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  4. Hola pasaba por aquí y me gustó mucho esta poesía. Me transmitió.

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